miércoles, 18 de junio de 2008

Cuento infantil II parte

NO SEAS CUENTISTA II PARTE
Al mirar a su alrededor descubrió que todo estaba muy distinto. No estaba su cama, ni su juguete favorito, Franja el oso, ni la ventana con los visillos amarillos y sobre todo sabía que no estaba ni siquiera en su casa. Pero… ¿cómo había salido de su casa sin enterarse? Quizá se había dormido y mamá le hubiera llevado dormido en brazos hasta otro lugar, pero entonces ¿dónde estaba mamá?
Javi se puso a gritar desesperado ¡mamá! ¡Mamá!...pero nadie contestaba…tan sólo le respondía el eco que repetía distorsionadamente su voz. Entonces fue cuando no pudo soportarlo más y hecho a llorar descontroladamente. No sabía porque su piel había tomado un feo color verde, ni donde estaban sus cosas, ni porque todo estaba tan oscuro y lo peor de todo porque su mamá no estaba con él.
Una luz comenzó a parpadear a pocos kilómetros. Javi dejó de sollozar y empezó a caminar en dirección a la luz, con la esperanza de que esta le permitiese ver algo del sitio donde estaba.
Entonces Javier vio una cosa sorprendente, una cosa que jamás hubiera imaginado, un cohete espacial. Se froto los ojos, creyendo que estaba alucinando, pero por mucho que se los frotase, el cohete seguía apareciendo ahí, delante de sus ojos. Así que con un arrojo de valentía, Javi, subió al cohete y no sabiendo cómo ni cuando aprendió a manejar un cacharro como este, empezó a elevar el cohete.
Al ir elevándose, Javier descubrió que estaba rodeado de estrellas y supuso que estaba navegando por toda la galaxia. Su sueño se había hecho realidad, pilotaba una nave espacial por toda la galaxia sideral.
De repente diviso algo que le era familiar, que había visto tantas y tantas veces en el libro de geografía, el planeta Tierra visto desde el espacio, y como echaba de menos su casa y a su mamá, fue aproximándose hacía él. Poco a poco fue viendo más claramente Europa, después España, llego hasta su barrio, hasta que se acordó de que sabia muy bien como pilotar una nave espacial pero que no tenía ni idea de cómo aparcarla. El suelo estaba cada vez más cerca y cuando no pudo sobrellevar más el miedo se tapo la cara con las dos manos y dijo ¡socorro! ¡Mamá!.
La mamá de Javi le agitaba por los hombros mientras le decía: - ¡Despierta Javi! ¡Despierta! te has quedado dormido-. Javier se abalanzó a los brazos de su madre y le plagó las mejillas de besos mientras le contaba muy alterado: - mamá no sabes lo que me ha pasado, he viajado por toda la galaxia, he visto Marte, los anillos de Saturno, dos cometas y un platillo volante- .Su madre se rió a carcajadas mientras le respondía -Javier hijo, no seas cuentista- mientras se alejaba riéndose escaleras abajo. Javi con voz en grito le replicó – mamá es cierto, aunque no te lo creas.
Se acercó a su mesa de estudio y pensó que no iba a renunciar a ninguno de sus sueños sería cuentista o escritor y escribiría un libro: El sueño real de navegar por la galaxia.
FIN

4 comentarios:

anaire dijo...

Muy bonito el cuento,y muy bonito el cohete eh¡¡ Eres una caja de sorpresas hija¡¡ pintas,coses,escribes..que artista más completita no?? Felicidades poR ser así.Besitos.
Anaire.

pimky rose dijo...

Gracias por esa segunda parte. Es muy original acompañar el broche (me imagino que es un broche) del cuento. Estás hecha una ratista. Besitos. Espero que hayas recibido el mail.

MC dijo...

Si es que soñar es lo mejor que se ha inventado, en los sueños somos todo lo que queramos ser, lo malo es que muchas veces no se hacen realidad. Pero por lo menos en el sueño lo hemos vivido.

Muy chulo el cuento.

Besitos.

gatosyrinocerontes dijo...

CUENTOS Y COSAS HECHAS A MANO ES UNA COMBINACIÓN ESTUPENDA! :)